Mi vuelta al deporte después del embarazo

Aunque mi vuelta al deporte tras el embarazo ha sido más lenta de lo que me imaginaba, la verdad es que no me puedo quejar. De hecho, el 31 de diciembre de 2020, a pesar de la pandemia, corrí la San Silvestre, eso sí, virtual y muyyy lenta. Pero era el objetivo que me había propuesto y hasta me emocioné al terminar la carrera.

Pero empecemos desde el principio. Como ya os conté, mi embarazo fue bastante sedentario por culpa del mioma. Y después, durante las primeras semanas postparto estuve muy dolorida por culpa del desgarro y la episotomia por lo que andar me costaba horrores. Pero una vez empezó a pasar el dolor, hacia los 15 días, comencé a salir a caminar. Cogí como rutina salir todas las mañanas, porque además era la única manera de que se durmiera la siesta (eso, o en la teta). Así que hacía todos los recados andando y empujando el carrito. A los dos meses ya solo me quedaban 3,5kg para estar en el peso de cuando me quedé embarazada. (Engordé 18kg, aunque al final perdí 20). Y fue cuando empecé a hacer Pilates específico postparto.

A partir de aquí la bajada de peso se ralentizó. Pero imagino que también fortalecí. Y en febrero por fin, estaba ya en el peso (aunque sin ser el cuerpo el mismo. Ni siquiera aún lo es...). Así que tras una exploración con la ginecóloga me animé a volver a a correr. Pero no duré mucho, ya que me empezó a doler la rodilla derecha, así que tuve que ir al fisio. Y cuando parecía que había mejorado, llegó la pandemia. 

Como muchos durante esos meses, el deporte fue mi vía de escape y todos los días hacía algo de actividad, aunque no mucho pues África demandaba mucha atención, pero aunque fuera poco, intentaba hacer al menos 15 minutos de ejercicios con vídeos de Gym Virtual. Gracias a esto conseguí mantenerme en mi peso durante toda la cuarentena. 


Así entrenaba muchos días con África 😅

Una vez empezó la desescalada, yo decidí no salir a correr ya que notaba que el suelo pélvico se había debilitado durante los meses de hacer deporte en casa a base de saltos. Pero caminé muchísimo durante las horas en que podíamos salir con los niños. Y cuando por fin me animé a correr, el dolor de rodilla volvió. Y junto al calor del verano, hizo que dejara de lado el running hasta después de verano. Eso sí, los ratos que me dejaba África, los dedicaba a seguir haciendo rutinas de Gym Virtual (intentando no hacer muchos saltos).

A finales de verano me compré unos conjuntos muy chulos de Fabletics lo que me motivó a volver con ganas en otoño (cada uno se motiva a su manera 😁). Y como os contaba más arriba, también decidí apuntarme a la San Silvestre para que, aunque fuera virtual, tener un objetivo. Empecé a entrenar por mi cuenta y al acabar el año conseguí correr los 10km.

Aunque muy contenta por haber podido correr la carrera, no estaba ni de lejos en los tiempos con los que corría antes de quedarme embarazada. Y como mi único entrenamiento era salir a rodar sin mas, decidí volver al grupo con el que empecé a correr hace ya 7 años si mal no recuerdo...Y fue la mejor decisión que tomé. Me vino bien para motivarme, mejoré mis ritmos y desconecté un ratito de la maternidad.



Gracias a ello, corrí una carrera mayo a 5:34 y me motivé para apuntarme a otra en junio, aunque finalmente no se celebró y correré la siguiente en Madrid, la Madrid correr por Madrid, que ya corrí hace unos años y me dejó muy buen sabor de boca.

Ahora he empezado a ir a una fisio de suelo pélvico, ya que aunque no estoy mal (por fin conseguí que me valorara una experta, pagando bastante eso sí, ya que por desgracia no está cubierto por la Seguridad Social) seguía sin encontrarme 100% como antes de quedarme embarazada.

Así que ya sabéis, si estáis en la misma situación que yo, pensad que al final todo llega. Hay quien se recupera más rápido, y otras vamos más despacito, pero al final lo conseguimos también.

Leyre Alcalde

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