Retomando los posts de viajes, sigo con nuestras vacaciones en Portugal. Muy cerca de donde nos alojamos (Lourinhà) se encuentra Peniche, una pequeña península a unos 100km al norte de Lisboa. La principal atracción es su fortaleza sobre los acantilados, al lado del puerto, pero cuando fuimos nosotras estaba cerrado por obras, así que no lo pudimos visitar. Por lo que lo único que hicimos fue ir a la playa, y tomar café en una pastelería típica, muy barata y con unos pasteles muy ricos; la pastelería se llama Brismar y tiene una terracita donde es muy agradable sentarse a tomar el café.

Peniche es una buena zona si lo que te gusta es descansar varios días en el mismo sitio, pues tiene varias playas grandes, además de comercio, supermercados, terrazas... Nosotras fuimos a la playa de Gambôa, y a pesar de ser pleno agosto no había demasiada gente. A pie de playa es difícil aparcar, pero en la calle paralela hay un polígono donde se puede dejar el coche sin problema. También hay un parking de caravanas. Si os gusta el surf, hay varias empresas que ofrecen clases.

Por último,  no os podéis ir de Peniche sin acercaros a ver sus acantilados y el mirador De la Cruz de los Remedios. Si vais al atardecer podréis sacar unas fotos preciosas.

• Guía profesional.
• Traslado en barco hacia las Islas Berlengas.
• Almuerzo al estilo pícnic en la playa: fruta, frutos secos, gazpacho.
• Kayak y equipo para una o dos personas.
• Barco con fondo de cristal para el recorrido por las cuevas.