Si siempre me quejaba de lo rápido que pasaban los meses anteriores, este mes no pienso hacerlo. Septiembre ha sido largo y aburrido; se me ha hecho muy cuesta arriba. La gente dice que tenemos muchas vacaciones, pero no saben el estrés que tenemos durante el primer mes, con todo el papeleo que tenemos que entregar, más preparar las clases, recibir a los niños...os aseguro que no es tan fácil como parece, y si no, a las pruebas me remito: ¡mis ojeras me delatan!

Como os decía el mes pasado, no sabía muy bien cómo iba a afrontar el armario de otoño, ni qué iba a hacer los último días de verano, ya que no podía llevar la misma ropa de playa al colegio. Y como tampoco he tenido tiempo de preparar el armario (he sacado ya la ropa de otoño y estoy decidiendo qué quedarme y qué no), de momento he hecho una mezcla, quitando las prendas mas veraniegas como shorts y tops, y combinando otras con ropa más de otoño. Casi todo lo que os enseño hoy probablemente se quede en el armario de otoño (quizás me deje un par de prendas extra, como un jersey más gordito y lo cambie por el top de tirantes más adelante), pero aun le tengo que dar una vuelta. Espero poder enseñároslo terminado antes de que acabe el mes.

 Misma camiseta y mismos vaqueros, el mismo día, pero el de la izquierda más informal para ver a unas amigas y el de la derecha con sandalias y bolso negro para salir a cenar.