Madrid es la segunda carrera del circuito de la carrera de la Mujer, y una de las más multitudinarias. Corrimos nada más y nada menos que 32.000, ¡una pasada!

Al ser en Madrid no tuvimos que hacer muchos preparativos. Además, la recogida del dorsal era al lado de casa. Así que me pasé el viernes por la tarde en un momento. La pena es que no me pude quedar a dar un paseo por la feria, ya que tenía mi última sesión de rehabilitación (parece que he mejorado bastante) y después el cumpleaños de mi abuelo, que hacía 86 años, así que tenía una buena excusa para no entretenerme.

El sábado se nos ocurrió participar en un entrenamiento de Spartan Race organizado por RunAcademy. Fue muy divertido, aunque un poco rompepiernas, así que el domingo me levanté con los gemelos hechos polvo. De hecho, intenté echar una carrerita del coche al metro y pensé que no llegaba, así que no quería ni imaginar como iba a ser la carrera.

Ya en el metro, cada vez se iba llenando de más chicas con la camiseta rosa, ¡qué emocionante! y cada vez iba el metro mas lento... Habíamos quedado a las 8:30 en las escaleras del ejército del aire y ya era imposible que llegara a esa hora. Pero por suerte, mi amiga Rebeca que venía en otra línea de metro, también llegaba justa, así que nos esperamos en la salida de Argüelles y junto a una amiga suya nos fuimos para el punto de encuentro. Allí nos reunimos con dos amigas suyas mas y fuimos hacia la salida. ¡Conseguimos llegar a las 8:55! ¡Qué estrés! Así que, aunque mal hecho, nos colamos en el cajón de sub 25 unos segundos antes del pistoletazo de salida.

El primer kilómetro fuimos despacio a unos 6:30 min/km, ya que había muchas chicas, pero ya en Princesa empezamos a coger ritmo, y fuimos mas rápido incluso que en Valencia, a pesar de las cuestas y los gemelos cargados, terminando la carrera en 37:19 (a un ritmo de 5:10 min/km), ¡mi mejor marca hasta ahora! 

Ya en la feria vi a mi entrenadora Amaya Sanfabio, que corría su primera carrera tras haber tenido a su segunda hija. Todo un ejemplo de superación. A algunas compis del grupo Corre con nosotros y a mi amiga Silvia, que corría ¡su primera carrera! de la que estoy muy orgullosa y seguro que además no será la última (ya verás como esto engancha). Y después a reponer fuerzas en el Mercado de Moncloa,con una cervecita y una tostada de pan con tomate y jamón.

Ha sido un gran fin de semana, y es que el hecho de superarme a mi misma, me hace sentir súper feliz; además de colaborar con una gran causa como es la investigación contra el cáncer. 

Quiero agradecer a mi amiga Rebeca por seguirme en esta locura de correr todas las carreras de la mujer y ser mi liebre, sin ella no hubiera mejorado hoy mi tiempo, a pesar de llevar varias semanas sin poder entrenar en condiciones.

¡Nos vemos en Vitoria!