Así ha sido mi segundo embarazo

 

Foto de Suhyeon Choi en Unsplash

Mi segundo embarazo fue de todo menos idílico y todo lo opuesto a cómo me hubiera gustado que fuera. El embarazo en sí fue todo bien, aunque tuvimos un susto en le tercer trimestre que ahora os contaré, y un montón de síntomas que hicieron que lo viviera bastante mal.

Lo primero es que me enteré de que estaba embarazada prontísimo, por lo que se me hizo super largo. Debía estar de 1 o 2 semanas cuando me hice los tests. Compré en Amazon unas tiras muy baratas y para confirmarlo (Rubén no me creía) también me hice uno de Clear Blue y con ese no quedó duda.




Las primeras semanas me encontré bastante bien. De hecho seguí corriendo hasta que empezó la ola de calor (incluso corrí 16km sin saber que estaba embarazada 🙈). Pero al mes empezaron las terribles náuseas, que junto al calor que empezó a hacer en junio me dejaron sin ganas de hacer nada, ni siquiera salir a andar. Las tardes las pasaba tirada en el sofá, intentando jugar con África aunque fuera tumbada y dormitando un rato mientras veíamos los dibujos.

En junio también, coincidiendo con mi cumpleaños, cogí COVID. Tras dos años consiguiendo librarme, finalmente lo cogí en la ola que hubo en junio. Cuando nos pudimos quitar la mascarilla en interiores yo no dudé en hacerlo. Pero en cuanto me enteré de que estaba embarazada volví a ponérmela, hasta que empezaron las náuseas y el calor las acentuaba más, así que decidí quitármela por lo que acabé contagiandome. Por suerte lo pasé leve, pero tuve que pincharme heparina durante quince días, además de la incertidumbre de haberme contagiado estando embarazada de dos meses.

En julio por fin me hice la ecografía del primer trimestre donde se vio que todo estaba bien y en agosto me fui de vacaciones con África y una amiga en la furgo, con tan mala suerte que cogí un virus estomacal y estuve varios días vomitando. Al menos, como fue un viaje al norte, las náuseas se atenuaron un poco, peor al volver a Madrid, volvieron con el calor.



También en agosto nos fuimos de viaje a recorrer Suiza en furgoneta. Al no hacer calor estuve mejor de las náuseas. Pero a pesar de que no paramos de andar, engordé 4 kilos, sumados a los 3 que llevaba ya. A la vuelta del viaje, estando de uñas 18 semanas, empecé a notarla ☺️.

El día uno de septiembre empecé a trabajar, pero ese curso me tocaba dar inglés en infantil, y a la semana tenía un dolor de espalda que me resultaba imposible agacharme y, unido a que tenía mucha barriga y al miedo de que me dieran un golpe o caerme, me dieron la baja. Al menos las náuseas remitieron por estas semanas, rozando la 20.

En la ecografía de la semana 20 vieron que todo estaba bien y aproveché la baja para andar mucho y nadar (estuve nadando hasta mediados de diciembre y, si podéis, os lo recomiendo mucho, pues es la mejor sensación, además de que es una forma de hacer deporte sin que haya impacto. Aún así, seguí engordando bastante y también cogí varios catarros que trajo África del cole (la pobre estuvo dos meses con tos 😞).

A finales de noviembre tuve la ecografía del tercer trimestre y aquí fue donde vino el susto, pues la cabeza salió un poco más pequeña que el resto del cuerpo y tuve que hacerme una resonancia fetal. El problema es que tuve que esperar tres semanas y la incertidumbre fue terrible. Y eso que intentaba no pensarlo mucho, porque cada vez que lo hacía se me saltan las lágrimas. Intentaba no agobiarme pensando que con África pasó lo mismo (siempre salía la cabeza un poco más pequeña), pero con ella no tuve que hacerme la resonancia y eso era lo que mas me inquietaba. Finamente el 19 de diciembre me hice la resonancia y al día siguiente me dieron los resultados diciendo que estaba todo bien. No os imagináis lo que lloré (todo lo que me aguanté las semanas anteriores). La rabia fue que al día siguiente tuve revisión de control de crecimiento del feto y con los nervios se me olvidó recordar que no queríamos saber el sexo del bebé, por lo que se les escapó y (otra vez, con África pasó igual) supimos que era una niña.




El último mes de embarazo lo pasé ya tranquila. Intenté caminar lo que pude (ya no podía ir muy rápido) y como tenía todo preparado intenté también descansar y echarme algunas siestas por la mañana.



Finalmente me puse de parto cuatro días después de salir de cuentas (igual que con África 🥰), pero os lo contaré en otro post para que éste no sea tan largo.


Leyre Alcalde

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Instagram